
Esta obra de Katharina Fritsch esa una recontextualización que tiene una función artística. La obra se compone de cientos de monedas que forman un corazón de enormes dimensiones. Katharina Fritsch es una artista que se caracteriza por cambiar de escala y color objetos cotidianos para hacer al espectador reflexionar sobre la realidad. Es lo que ha hecho la artista a través de esta obra, utilizar un objeto cotidiano para formar un icono universal de dimensiones estratosféricas. Lo que pretende es plantear al espectador una nueva clave para cuestionar la realidad, son objetos familiares pero que desprenden un aire surrealista tanto por su composición como por su tamaño. Se trata de una continúa reflexión sobre lo que percibimos, la apariencia, la individualidad y la originalidad que se convierten en nuevos símbolos de objetos de siempre. Simbolizando el corazón a través del dinero quizás pretenda hacer una crítica la materialismo o un juego de realidades opuestas, lo material contra lo espiritual, lo banal y lo trascendental unidos en una misma realidad. Esta claro que el espectador ya sufre un gran impacto visual simplemente con el tamaño de la obra, una herramienta del lenguaje visual que desencadena el proceso de búsqueda de significado. La sensaciones que produce la obra en el espectador son claves para llegar a entender el significado, cuando el espectador visualiza la obra se siente invadido por ella y comienza a percibir la realidad de forma distinta mientras la visualiza. Es un juego que desestructura por completo la concepción de los objetos cotidianos y que crea una realidad paralela entre el espectador y la obra.
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